Aprovechando los días de vacaciones, ayer nos desplazamos a Madrid. Pasados los agobios de los atascos (a la vuelta, más de una hora varados en la A-5), y del calor, la verdad es que siempre resulta agradable un recorrido por las librerías y tiendas dedicadas al coleccionismo que hay en la capital. En primer lugar, fue gratificante localizar "A Contracorriente" en la Casa del Libro, en plena Gran Vía, y aunque intuimos que el único ejemplar que había tendrá difícil venta, te llena de satisfacción ver tu libro en una las librerías más prestigiosas de España. Y eso que no conseguimos "colocar" allí también los ejemplares editados por Norbanova, que tuvimos que llevarnos de vuelta. Esto de la distribución se antoja complicado, sobre todo para las pequeñas editoriales, encima sin ánimo de lucro. Esperamos encontrar una fórmula que permita que cuando se publiquen los cuentos de Pilar López Ávila, proyecto ya muy avanzado, los lectores, y no sólo de Extremadura, tengan acceso a los mismos.
No se puede ir a Madrid sin pasarse por la magnífica tienda "Casa Postal" que MARTIN CARRASCO tiene en la calle Libertad, en pleno barrio de Chueca. Siempre se encuentra algo en ese microuniverso del coleccionismo. En este caso, hasta cuatro fotografías antiguas de Cáceres y alguna foto de artistas de primeros del siglo XX. El paseo por esas calles (muchas en obras)también es muy agradable, y obliga a detenerse en sus originales establecimientos (como éste dedicado al comic), o en alguno de sus teatros.
Al final, de vuelta a la Gran Vía, sorprende la coincidencia de títulos que inspiran "malas vibraciones" en la cartelera de un cine cualquiera.
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