SENSACIONES...

La semana ha dejado sensaciones muy distintas. Aparte la intensidad del trabajo, nunca mensurable, el lunes por la tarde tuve la oportunidad de compartir una maravillosa velada con alumnos, profesores y madres del Colegio "Paideuterion" de Cáceres, que gentimente me invitó a leer y comentar mis poemas en la calidez de su biblioteca. Más allá del formalismo del verso, el acto terminó sabiendo a poco. Los estudiantes habían leído "El Último Viaje", publicado en 2007 por Norbanova, pero el encuentro con la poesía quiso ir más allá de los poemas de este libro, con una completa implicación de todos los presentes en el vuelo de la palabra y las vivencias del autor, que prometió repetir. Sentí el jueves no acudir a la presentación de los dos últimos libros de José María Cumbreño, en el Colegio Mayor "Francisco de Sande", a cargo de Elías Moro, acto que seguro deparó momentos inolvidables. Como excusa, no puedo sino recomendar sus obras, en todo caso santificadas con el don de la originalidad, con un toque de vanguardia. Y sigo leyendo. Ahora a Bolaño. He empezado con una novela corta, pero no por ello menor, "El Amuleto", y me espera "El Tercer Reich", su obra póstuma, pues "Los Detectives Salvajes" me parece un poco difícil de compatibilizar con el resto de las tareas diarias. En la recámara aguarda Saramago y su "Caín", mientras escucho los fados de Mafalda Arnauth. Tengo que volver a Lisboa, perderme en las calles, visitar sus tiendas, respirar el límpido aroma del Atlántico. Quizá este verano. Aunque también me tienta "el salto inglés". De nuevo con los pies en la tierra, el lunes llevaremos a la imprenta el tercer número de la Revista "Norba Filatélica", ya convertida en una auténtica publicación especializada en materia de coleccionismo. Y como aperitivo, la contraportada con fotografía inédita de Cáceres, de aquel Cáceres convulso que vivió los años de la Guerra Civil, con sus camionetas militares aparcadas en la Plaza y el olor aún cercano de la pólvora.