Imágenes del acto literario ante la Estatua de Gabriel y Galán en Cáceres, el 6 de enero de 1990.
(Fotos Archivo J.M. Gómez)
Y es que el 6 de enero ha tenido siempre algo especial. Ese mismo día y año al que se refieren las anteriores fotografías, un grupo de jóvenes de Cáceres, interesados por la cultura en general y animados por el espíritu de rescate de antiguas iniciativas, como la Revista de Extremadura, que también por esas fechas inauguraba su segunda época bajo la Dirección del prestigioso profesor Romano García, tratarán de revitalizar el viejo "Ateneo de Cáceres", que llevaba dormido desde los años treinta, a través de la creación de una Asociación Cultural donde se daría cabida a todo tipo de actividades culturales, abierta, plural, y orientada hacia la sociedad, con un gran protagonismo de los foros, las tertulias y las lecturas literarias. Una pena que la falta de recursos y el escaso apoyo de las instituciones, así como la carencia de una sede física terminasen agotando el proyecto, que no obstante serviría de referencia para empresas posteriores, con mayores medios, que finalmente lograrían hacer realidad la recuperación del espíritu ateneísta cacereño y la entidad en sí, tal como ahora la conocemos.
Portada del número 1 de la Revista de Extremadura (1990) e Invitación para uno de los primeros actos organizados por el Ateneo de Cáceres, basada en las originales de los años veinte, facilitadas por Juan Ramón Marchena de su archivo.
En este camino, unos años antes, se había dejado aparcada por muchos de estos jóvenes que ahora se declaraban ateneístas, la aventura de edición de una Revista que durante un tiempo se había convertido en uno de los referentes de la inolvidable generación universitaria de los años 80 en Cáceres, aquella que alumbraron voces tan autorizadas como las de los profesores Juan Manuel Rozas o Ricardo Senabre desde la Facultad de Letras, pero que también encontraron eco en las demás facultades, entonces repartidas por el casco urbano, huérfanas de un campus como el actual. Precisamente en uno de esos centros, la vieja Facultad de Derecho ubicada en el Palacio de la Generala, se gestó OROPÉNDOLA, Revista de Artes y Letras, publicación que pudo sobrevivir gracias a las ayudas de la Universidad al menos mientras sus promotores cursaban sus respectivas carreras, enriqueciendo junto a otras tan ilustres como Gálibo, Residencia, Alfares, etc., el panorama literario y creativo de esos años irrepetibles. Tras su último número en 1987, algunos de los que participamos en aquella gratificante travesía continuamos conservando el gusanillo de reeditarla alguna vez, aunque fuera para conmemorar algún aniversario o aprovechando alguna ocasión especial. Incluso llegó a diseñarse una hipotética portada para ese número extraordinario que finalmente nunca vio la luz. Ha tenido que materializarse ese deseo de recuperar este tipo de publicaciones al abrigo de otra Asociación Cultural también surgida a primeros de año, el 2007 en este caso, "Norbanova", cuya efemérides tras este primer lustro de existencia se ha visto adornada por la realidad que ahora representa la Revista "Norbania", donde nuevamente han podido aglutinarse voces de todos los géneros y procedencias para ofrecer al lector y al mundo de la cultura en definitiva, el resultado de la inquietud que muchos continúabamos conservando y que nos gustaría seguir transmitiendo de cara al futuro que con el nuevo año 2012 se estrena y que esperamos sea benigno, pese a las dificultades que atravesamos y que golpean con crudeza a tantas familias. Desde la Asociación Cultural Norbanova, sea éste nuestro granito de arena para mantener viva la ilusión por aprender y disfrutar aprendiendo.
Imágenes de las Portadas de los números 1 y 5 de Oropéndola (1983 y 1987) y proyecto de portada para número conmemorativo del XX Aniversario, obra de Deli Cornejo.
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