Inolvidable tarde de vivencias poéticas en el Aula de la Palabra, cuando ya el curso enfila su recta final. Deseábamos desde hace tiempo tener a Manuel Neila en Cáceres, una tierra que es la suya y donde no le faltan amigos y seguidores de su amplia y diversa obra. Aunque habíamos coincidido con él en algunos eventos en los últimos meses, faltaba compartir ese paseo por las calles de la ciudad Patrimonio de la Humanidad, respirar el prematuro aroma de una primavera ya instalada en la hechura de sus piedras. Ahora teníamos la excusa perfecta, tras la publicación de su libro "Sendas de Bashô", en preciosa edición a cargo de la editorial Polibea (Colección "El levitador") con palabras preliminares de Antonio Rivero Taravillo e ilustraciones de Juan Manuel Uría. Cuando nos propuso que la escritora Efi Cubero fuera quien se encargase de presentarle, no puedo ocultar la satisfacción que nos envolvió ante la posibilidad de volver a recibirla en el Aula, después de aquella memorable presentación de "Condición del extraño", en febrero de 2015, junto al poeta Basilio Sánchez y el cariño y cercanía que desde aquel primer encuentro siempre nos ha dispensado, apoyando cuantas iniciativas íbamos emprendiendo en estos últimos años.
Algunos momentos de la presentación del libro "Sendas de Bashô" de Manuel Neila, con Efi Cubero, en el Aula de la Palabra.
No defraudaron en absoluto nuestros invitados, que pudieron disfrutar de un público absolutamente entregado, que llenó con creces el acogedor salón de actos del Palacio de la Isla. Escritores, lectores, profesores, gente venida incluso desde fuera de Cáceres... Magistral la presentación que Efi tenía preparada del libro de Manuel Neila. Sus claves, sus referencias literarias, en suma, la construcción del edificio poético. Y ciertamente, no era fácil navegar entre las aguas de la templanza y el intenso lirismo de unos versos elaborados con hechuras de Oriente pero tan poderosamente melódicos e incluso rebosantes de íntima cotidianidad. El tiempo, la serenidad de quien asiste a la mudanza de las estaciones, el susurro del terral recorriendo los pasajes de la existencia. Un libro para ser degustado, imprescindible en cada una de sus palabras, desde el "preliminar" que antecede el recorrido literario hasta la última de sus apostillas. Las sendas de Bashô son realmente, las sendas, los caminos de Neila, el andar del poeta que funde y amasa su verbo con los espíritus de la naturaleza y ahonda en la condición del hombre.
Manuel Neila lee "Preliminar", introducción a los haikus de su libro "Sendas de Bashô"
Y el poema continuó su tránsito terminado el acto, confundido en la insondable complicidad de la tertulia, del comentario improvisado, del aire investido de historia que late en los rincones de la ciudad antigua, donde los muros conservan el latido de quienes nos precedieron, el pegadizo estribillo de los juglares.
Manuel Neila y Efi Cubero, en la Plaza de Santa María, de Cáceres